Como continuación de lo leído y precedente de la página que sigue debo encaminar mi estrella al territorio amoroso.
Patria limitada por los largos brazos cálidos, de larga pasión paralela, y un sitio de oro defendido por sistema y matemática ciencia guerrera. Sí, quiero casarme con la más bella de Mandalay, quiero encomendar mi envoltura terrestre a ese ruido de la mujer cocinando, a ese aleteo de falda y pie desnudo que se mueven y mezclan como el viento y las hojas.
Amor de niña de pie pequeño y gran cigarro, flores de ámbar en el puro y cilíndrico peinado, y de andar en peligro, como un lirio de pesada cabeza, de gruesa consistencia.
Y mi esposa a mi orilla, al lado de mi rumor ten venido de lejos, mi esposa birmana, hija del rey.
Su enrollado cabello negro entonces beso, y su pie dulce y perpetuo: y acercada ya la noche, desencadeno su molino, escucho a mi tigre y lloro a mi ausente.
Patria limitada por los largos brazos cálidos, de larga pasión paralela, y un sitio de oro defendido por sistema y matemática ciencia guerrera. Sí, quiero casarme con la más bella de Mandalay, quiero encomendar mi envoltura terrestre a ese ruido de la mujer cocinando, a ese aleteo de falda y pie desnudo que se mueven y mezclan como el viento y las hojas.
Amor de niña de pie pequeño y gran cigarro, flores de ámbar en el puro y cilíndrico peinado, y de andar en peligro, como un lirio de pesada cabeza, de gruesa consistencia.
Y mi esposa a mi orilla, al lado de mi rumor ten venido de lejos, mi esposa birmana, hija del rey.
Su enrollado cabello negro entonces beso, y su pie dulce y perpetuo: y acercada ya la noche, desencadeno su molino, escucho a mi tigre y lloro a mi ausente.
(Pablo Neruda)
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