Soy...

No tengo principio, no tengo fin, carezco de forma y nombre.
Soy una luz que traspasa las sombras, la voz que fragmenta el silencio,
una nota de eterna armonía y soy el silencio, la sombra, el misterio.

Soy un meteoro que arraiga en la tierra que nadie reclama,
gota solitaria que se une al océano,
color claro oscuro integrado a ese arco iris que sale de noche.

Soy la nube, la tormenta, el rayo; movimiento que oscila en las ondas
vibración que estremece formas y al tiempo sin coherencia alguna:
tiro y blanco; arquero, carcaj, arco y flecha,
Soy un recuerdo que se hace presente,
la mirada vaga que observa lo oculto,
pensamiento que piensa en sí mismo,
conciencia de nada y de todas las cosas,
Soy el alarido que estalla en mil ecos,
el testigo mudo de todo suceso, el actor de todo personaje oculto,
máscara que muestra mil gamas de gestos y que al caer descubre……
tan solo tristeza.

Soy suspiro con algo de eterno, aliento que reanima al polvo
Soy ave fénix y soy sus cenizas, soy el fuego que se auto alimenta,
fusión permanente del Ser que de continuo penetra en su esencia
soy el centro y la periferia y estando doquiera nadie puede verme.
Soy las raíces y también el fruto, soy también simiente
y la descendencia del último y extraño espécimen
de una especie que jamás nació.

Soy total certidumbre en azar dudoso y en la certeza soy imponderable,
el compendio de todos los tiempos y la duración que nunca transcurre.
Soy la expansión progresiva de todo hacia el acercamiento infinito a la nada
soy el espacio que acerca y separa aquel encuentro que nunca fue ausencia;
soy cumbre y abismo, quietud y vértigo, causa y efecto, principio y fin;
soy lapso y distancia, música y danza.