No quiero más que estar sobre tu cuerpo
como lagarto al sol los días de tristeza.
Se disuelve en el aire el llanto roto,
al pie de las estatuas
recupera la hiedra
y tu mano me busca
por la piel de tu vientre
donde duermo extendido.
El pensamiento melancólico
se tiende, cuerpo, a tus orillas,
bajo el temblor del párpado, el delgado
fluir de las arterias,
la duración nocturna del latido,
la luminosa latitud del vientre,
a tu costado, cuerpo, a tus orillas,
como animal que vuelve a sus orígenes.
La Imagen es de: Darilea
El Poema es de: José Ángel Valente
En: El Poema para Hoy.
2 comentarios:
Es un placer hallarte entre mis comentarios, puedes coger cuantas imagenes gustes.
Al igual que publicar el poema que te guste, ya que para mi es un honor encontrarme en tu espacio. O debería decir vuestro espacio?
Voy a pasearme por los demás blogs.
No quiero perecer en el dorado vientre
quiero amanecer del somnoliento
abismo en que penetro
cuando tus manos son las alas
que me llevan
hacía el temido plagio de mi suerte.
Preciosa poesía perdona pero surgieron estas palabras al leer la poesía.
Besitos.
Más saludos para ti, darilea.
Sí, Vuestro es lo más correcto de decir para este espacio, dos somos los administradores, mi otro destino y yo, y una buena amiga como colaboradora especial, pero en realidad aun mejor sería decir Nuestro, puesto que de ese modo está vislumbrado este blog, con el aporte de buenas letras que encontramos en nuestras andanzas por la red acompañados, tejiendo con la inspiración de muchas sensibilidades un lugar al cual llegar y "charlar" con distintas armonías.
Lindo lo que le has añadido al poema, acorde con su contenido, y aderezado por tu propio sentimiento.
Tomaré el que comenté esa madrugada, gracias por tu visita.
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