Sí, es hora de soltar amarras de ese amor que traicionó la ternura que recibió. Ya es hora de comenzar a caminar un nuevo sendero que no conduzca a su piel ni a esa mirada tan llena de indiferencia. No quiero odiar su recuerdo ni los momentos que viví a su lado, por eso, decido marcharme sin mirar atrás. Me voy simplemente, sin rencores y sin cargar sobre mis hombros la frustración de un amor no correspondido.
Hoy es el momento de comenzar a mirar en dirección al sol y a la sonrisa que me ofrece la vida. Es el momento de abrazar el optimismo y de coquetear con las fantasías de nuevos amores. Comenzaré lentamente a internarme en esa senda llena de nuevas vivencias y me empaparé una vez más de sueños que le darán rumbo a mis emociones y quizás a sensaciones que hoy se encuentran dormidas.
Descubrí que pese a tanto desencanto, una parte de mi ser, aún se siente fuerte para darle paso a la osadía de confiar en que un nuevo amor le abrirá las puertas de un universo llamado felicidad. Río y juego con la imaginación. Canto y elevo mis brazos como si fueran alas en busca del viento favorable para remontar un vuelo sin destino conocido.
Atrás quedarán esos recuerdos de vivencias tristes y de besos no correspondidos. Dejaré en el olvido traiciones y mentiras, sólo recordaré que hace ya mucho tiempo amé a alguien y que su rostro fue difuminándose de mi mente lenta e inexorablemente.
Sí, ese amor tenía un nombre, pero me cuesta traerlo al presente. Ahora es un sonido que no tiene música y por eso, prefiero dejarlo oculto en el baúl llamado pasado. En él guardaré tantos poemas y frases que escribí en noches que, con impaciencia esperé su llegada. Sepultaré su calor, su mirada tan lejana, sus caricias y sus escasos Te amo. Allí quedarán esas promesas que no fueron cumplidas y esos silencios que nublaban mis ojos.
Hoy, me vestiré de primavera, saldré al mundo y cortaré flores con las que adornaré mis cabellos. Su delicado aroma me hará soñar con nuevas ilusiones y románticas escenas de amor. Esperaré emocionada que mis labios vuelvan a recibir un beso apasionado y lleno de promesas. Me dormiré cada noche ansiosa esperando ver un nuevo amanecer porque quizás, un día cualquiera, la ilusión volverá a entrar en mi vida.
No más lágrimas, no más pensamientos tristes, no más aferrarse a un amor que terminó el mismo día que comenzó. Basta de estar encadenada a un corazón oscuro y falto de ilusiones que no puede ofrecer nada que no sea desencanto y una ausencia total de fidelidad... Quiero ser libre y volar nuevamente en alas de la ilusión y de sueños que un buen amor puede hacer realidad.
En este momento, antes de cerrar el capítulo de ese amor que una vez nos unió, quiero mirarte por última vez y abrazarte muy fuerte. Deseo traspasarte algo de la alegría que siento por cortar las amarras de ese pasado al que he resuelto renunciar. Quisiera demostrarte que el amor y las ilusiones pueden cambiar tu vida. No hablo de milagros, simplemente hablo de dejar a la vera del camino aquellas emociones que oscurecieron tu alma y te dieron un mundo lleno de demonios que terminaron por dominar tu corazón. Amor, aún puedes ser libre sólo tienes que cortar amarras y acercarte a la esperanza de que hay para ti un mundo mejor, distinto al que siempre aceptaste sin siquiera darte la oportunidad de hacerlo mejor o al menos, llenarlo de luz.
Bueno, ha llegado el momento en el que debo emigrar a un nuevo mundo, allá atrás han quedado desencantos, lágrimas, recuerdos, besos, caricias y todo lo que alguna vez sentí por ese amor que ya también ha ido desapareciendo de mi horizonte.
Soy libre!! Al fin tuve el coraje de cortar amarras y vuelvo a volar como en aquellos tiempos cuando la tristeza no era la gruesa cadena que me ataba a la tierra.
Ilusión...espero por tí. Ven pronto. Estoy impaciente por volver a vivir.
L.
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