Me da Xtabay colmillos de tapir.
Me pedirá en respuesta siete piedras
Que el pez aguja no pudo imantar,
Que yo sé pulir.
Me toca la Xtabay en la joroba:
Mis huesos tintinean en ritmos verdes,
Se hacen cuencos de sol y sal de esporas.
Me da Xtabay la piel de su piñon.
Por mi dedo subirá como burbuja:
Esta es la condición.
Me enlazo a la Xtabay, la enlazadora:
Se anima la saliva en las paredes.
Suben sabores verdes por la soga.
Sube el saber del cielo por las horas.
Baja el saber del mar:
En ningún verbo simple cabe el mar
Pero se sabe terso y envolvente
en el oído interno de Xtabay.
Sobre una forma de agua el sol no baila,
Agua restada al sol, suero logrado
En combos de calipso y de curbato:
Bebe Xtabay suero de lluvia en una paila.
Pata de chivo, Xtabay, pata de pavo
De monte, andar estrábico;
Lo omito mientras lleve entre las piernas
Impresa la pesuña del venado.
Me gusta el pan de dulce,
Me gusta el pan de sal,
Me gusta mucho más el pan de nance
Que está bajo el ombligo de Xtabay.
Interesante —dice la Xtabay—. Podemos empezar.
De: Luis Miguel Aguilar
Leido en: Vanguardia.
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