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El Juego Perfecto....



Me ha gustado mucho ver una película sobre los niños campeones de la ligas menores de beisbol que llegaron desde Monterrey como las cenicientas del baile y contra todo pronostico quedaron vencedores en el año 1957..Se me pone la piel erizada y las lágrimas se agolpan en mis ojos cuando  Ángel Macías se prepara para lanzar la pelota en la última entrada…miles de ojos lo observan, muchos más lo escuchan por la radio…está solo en el montículo, sopla y resopla, saca valor de quién sabe dónde, viene para la “goma” y…uffffff el final es cardiaco..

Así se vivió en 1957 uno de los momentos más emotivos en la historia del deporte mexicano, la hazaña de los “Pequeños Gigantes” de Monterrey, un grupo de niños beisbolistas que desafiaron y vencieron todos los obstáculos que se les presentaron.No sólo fue un “Juego Perfecto”, tal y como se puede ver en la película, sino que ha sido el único desde hace 54 años…Y es que quizá muchos de los que observen el filme piensen que es sólo un cuento más, pero no. Estos 14 humildes chicos, comandados por César L. Faz, con uniformes viejos que en algunos casos ya les apretaban, caminaron, y es literal, hacia Estados Unidos, malcomieron, soportaron el estúpido maltrato racista, no se acomplejaron ante la impresionante diferencia de estaturas de los estadounidenses, entre un sinfín de cosas más, hasta llegar a una meta que nadie pensó que alcanzarían.

La magnitud de tal logro, el campeonato de la Serie Mundial de Ligas Pequeñas, con un juego perfecto, hecho jamás logrado hasta hoy, desencadenó que a su regreso a México, luego de visitar la Casa Blanca y al entonces presidente Dwight Eisenhower, así como a los Dodgers de Los Angeles, estos “Pequeños Gigantes”, como escribiría luego Cesar Faz en un libro, fueran recibidos por una impresionante multitud, que los ovacionó como héroes de la Patria. El 23 de agosto de 1957, se logró lo que siempre debería suceder en nuestro mundo…que no existieran diferencias de raza, credo ni nacionalidades. La gran mayoría escuchaban la trasmisión por radio en todos los Estados Unidos y especialmente en Monterrey, México. Al concluir la 4a. Entrada el encuentro estaba empatado a cero, el manager del equipo de La Mesa, California, estaba confiado. Pero en la quinta entrada los bates de los regiomontanos se hicieron sonar y conectaron 2 hits, recibieron 2 bases por bolas y una jugada de sacrificio terminó en error de los contrarios para anotar 4 carreras.

En las casas, restaurantes, oficinas y hasta en las alcabalas de las fronteras, se estaba pendiente de los resultados. Macías ya había ponchado a 8 bateadores y los restantes no pudieron sacar la pelota del cuadro. Para la sexta entrada, los asistentes miraban atónitos como el pequeño Angel mostraba sus alas en cada lanzamiento, pero aún creían posible que los californianos reaccionaran. Para la última entrada y luego de dos strike se empezaron a escuchar los gritos de los asistentes pidiendo que Ángel realizara el juego perfecto….Ángel Macías poncho a los tres bateadores en turno, y con ello selló una hazaña que no ha vuelto a ser repetida desde el año 1957.

Ahora bien lo que me gustó mas de la película es la parte documental del film, ya que mezcla escenas reales dentro de la misma. Eso a mi en lo particular me gusta ya que es muy próxima al año de mi nacimiento y siempre me gusta ver como eran las cosas en ese tiempo. Aunque al principio muestran a Monterrey como un pueblo muy pequeño, de calles de tierra y casas de barro, luego se puede ver que se trataba solo de una parte en la periferia de Monterrey, al pie del cerro la Silla y donde sus habitantes trabajaban en la fundidora ya que la propia ciudad ya contaba con mas de 500 mil habitantes. Yo me pongo a ver que si mi ciudad actualmente cuenta con dos millones de habitantes podemos decir que Monterrey era como la cuarta parte…algo no despreciable para la fecha.
La Fundidora encerrada en un circulo (Hoy y Ayer)

Algo interesante de esta película es que uno de esos niños aparece en la escena del juego final observando desde las gradas. Pepe Maíz, llegó a formar parte del equipo debido a que su padre había donado equipos de beisbol. Él era el "niño rico" en un equipo donde muchos de ellos ni siquiera dormían en camas. Al principio no fue bien recibido por los demás, que pensaban que pepe era un niño engreído pero al final logró ganarse a todos ellos. A diferencia de Ángel Macías que jugó desde el año 57 hasta el 74, Pepe no siguió el camino del beisbol sino que estudió ingeniería y construyo el estadio de beisbol de Monterrey y hoy en día es dueño de los Sultanes de Monterrey.
 el segundo de izquierda a derecha es Pepe Maiz, que pegó un batazo en el juego de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas que sirvió para ganar 4-0
Momento en la película que batea Pepe

Cuando uno ve películas así recuerda el verdadero valor del deporte, ya que encierra historias verdaderas de superación y confrontación a la adversidad, y no encapsuladas en frases vacías que llegan incluso a contradecirse entre sí. ¿Qué fue lo que llevó a unos niños que eran 20 centímetros más pequeños que sus rivales, a ganarse el respeto de un país con graves problemas de racismo, de su propia nación y, para algunos de ellos más difícil aún, el de sus familiares que quisieron proyectar en ellos una vida de frustraciones?...pues solo el hecho de que eran niños con todos sus valores….en cuál momento de la vida muchas personas pierden ese valor?

Sin duda es una buena película para ver con los hijos y nietos, porque historias como estas deben perdurar pase el tiempo que sea…


Pepe Maiz (Izq) y Ängel Macías (Der)
macias_620.
.Ángel Macías

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