La noche se embriaga aquí.
¿Por que te hacías desdeñoso?
¡Inmólate ya, ropaje de oro revístete!
Mi dios lleva a cuestas esmeraldas de agua,
por medio del acueducto es su descanso.
Sabino de plumas de quetzal,
verde serpiente de turquesas,
me ha hecho mercedes.
¡Que yo me deleite, que yo no perezca,
Yo soy la Mata tierna del Maiz,
una esmeralda es mi corazón,
veré el oro del agua!
¡Mi vida se refrescara,
el hombre primerizo se robustece,
nació el que manda en la guerra!
Mi Dios Mazorca con la cara en alto
sin motivo se azora.
Yo soy la Mata tierna del Maiz,
desde tus montañas te vengo a ver,
yo tu dios.
¿Mi vida se refrescara,
el hombre primerizo se robustece,
nació el que manda en la guerra!
Cual nenúfar del viento el escudo gira,
cual humo, el polvo se alzo,
el silbo con las manos repercute,
en Tenochtitlan México;
en donde esta el solio de los Tigres,
los que allí tienen el cargo de la guerra,
dan silbos con las manos para la batalla.
¡Ah, las flores del Escudo Humeante
no es verdad, no es verdad,
jamas cesaran, jamas acabaran!
Por mas que llore yo, por mas que me aflija,
por mucho que no lo quiera mi corazón,
¿no habré de ir acaso a la Región del Misterio?
Aquí en la tierra dicen nuestros corazones.
¡Oh amigos mios! ojalá fuéramos inmortales,
¡Oh amigos! ¿donde esta la tierra en que no se muere?
¿Iré yo acaso? ¿Vive allá mi madre? ¿Vive allá mi padre?
En la Región del Misterio... ¡Mi corazón se estremece,
con que solo yo no muriera, que no pereciera...!
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